Controles antidoping en los baños de una cervecería.

La lucha contra el doping llega a momentos ridículos en el caso del ciclismo. Las normas aprobadas por la UCI y que los ciclistas no tienen más remedio que acatar, son de las más duras en el deporte profesional, y como podemos ver en la noticia adjunta provoca situaciones esperpénticas. Porque, ¿de que otro modo se podría calificar tener a un deportista en los baños de una cervecería orinando con los calzoncillos por los tobillos?
Los enviados de la UCI decidieron hacerlo en el restaurante. Al no haber espacio suficiente en el servicio, lo hicieron justo al lado, en el pasillo de los baños, detrás de unas puertas tipo oeste americano, que permiten ver las piernas y la cabeza. Allí, en un lugar accesible para cualquier otro cliente, Pereiro se bajó los pantalones y los calzoncillos hasta la altura de los tobillos, como mandan las normas; se subió la camiseta, se lavó las manos delante del vampiro para que pudiera dar fe de que no se producían manipulaciones y orinó con luz y taquígrafos.
Lo de bajarse los calzoncillos será para evitar que use el Whizzinator, un artilugio con un pene postizo para eludir los test antidoping: (visto en http://bikesnobnyc.blogspot.com/2009/04/going-with-flow-how-to-evade-drug.html)

Esta es la noticia completa en La Voz de Galicia sobre Óscar Pereiro. No pasa de ser una anécdota más en la lucha contra el doping en el ciclismo. Una opinión personal sobre el doping en el deporte.

1 comentarios:

Alvaro dijo...

Lo de los controles antidoping a ciclistas ya roza el ridículo y el abuso. No es el primero que le hacen una putada asi ni será el último. A ver si de una vez se ponen y defienden sus derechos, que son personas joder.

Y además ¿un control antidoping sorpresa a Pereiro, que no está en competición desde hace varios meses? ¿Para qué narices?

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