GP Mónaco: Saldando cuentas pendientes

Jenson Button tenía una cuenta pendiente con Monaco desde 2003. En los libres de aquel jueves perdía el control de su BAR-Honda a la salida del túnel, tocaba contra las barreras y acababa golpeando lateralmente en la separación entre la recta antes de Tabac y la escapatoria de la chicane del puerto. Debido a ese golpe no pudo correr ese domingo. Ese año comenzó su larga estancia en el equipo BAR-Honda-Brawn. Hasta ahora sólo había podido disfrutar de una buena temporada, 2004, aunque a la sombra del todopoderoso Ferrari F2004 que en ese año se llevó 15 de los 18 grandes premios. Quizá la experiencia le sirviese para aprender a dominar una temporada de manera aplastante.

En Monaco Brawn demostró que tiene un gran coche. Si Barcelona es un circuito de curvas rápidas, eficiencia aerodinámica y suspensiones duras, Monaco es un circuito de agarre mecánico y de coches blandos que sean capaces de absorber los baches. El Brawn iba rápido en ambos casos. El Toyota, un coche rápido en todas las carreras de principio de temporada, fue un desastre en Monte-Carlo. Su coche es muy duro, demasiado para las irregulares calles del Principado y para el agarre mecánico que es necesario para ser rápido.

Brawn no necesita hacer exhibiciones en los libres para demostrar que es rápido, se lo toman con tranquilidad. Jenson fue 8º y 4º el jueves, 2º el sábado por la mañana y poleman el día importante. Los dos Brawn eran los más pesados entre los 8 primeros y se habían colocado primero y tercero en la parrilla. Kimi estaba segundo en la parrilla pero apenas podría usar el KERS en la subida hacia Ste. Devote. Lo único que necesitaba Jenson era una buena salida y la victoria estaría en el bolsillo.

En la vuelta de formación algunos coches sorprendían al rodar con superblandas hacia la parrilla de salida, entre ellos los dos Brawn y Sebastian Vettel. La mayoría de equipos habían tenido problemas de degradación con ellas durante todo el fin de semana. Montarlas cuando la goma en pista es poca incrementa las posibilidades de degradación. Gran parte de la carrera se decidió en esas primeras vueltas. Las superblandas de Vettel empezaron a degradarse alrededor de la vuelta 5, a partir de ahí comenzó a formarse un tren detrás de él que hizo a todos los pilotos por detrás de Raikkonen perder más de 25 segundos en las 10 primeras vueltas.

La carrera de Vettel había sufrido un serio revés en la calificatoria del sábado. Su apuesta por salir muy ligero se estropeó después de que en su última vuelta lanzada se encontrase con Kazuki Nakajima. Sin estar en pole, su estrategia era un suicidio en Mónaco, donde lo peor que te puede pasar es estar en tráfico. El mismo tráfico que él provocó el domingo.

Sebastian parecía un sólido candidato al título después de su contundente victoria en Shanghai. Sin embargo, desde entonces le ha faltado la suerte o el saber hacer de los campeones. En Bahrein se encontró a Trulli en su segundo stint con las ruedas equivocadas y fue incapaz de superarlo. En Barcelona arruinó su carrera después de una mala salida y estuvo 60 vueltasdetrás de Felipe Massa hasta que éste se quedó sin gasolina. En Mónaco otra vez el tráfico arruinaba su carrera. Su apuesta por el mundial parece cada día más lejana, a pesar de ser 3º en el mundial de pilotos.

Los problemas en las ruedas de Vettel se reprodujeron unas vueltas después en el coche de Rubens, aunque el Brawn es un coche que cuida mucho mejor las ruedas. Sin embargo, Jenson había conseguido tratar de manera más suave a sus neumáticos y consiguió una ventaja sobre su compañero y sobre Kimi que sería definitiva. El único fallo de Jenson en el gran premio de Mónaco fue aparcar en el lugar incorrecto después de la carrera, quizá su único error de la temporada. No ha habido una temporada con un dominio tan aplastante de un piloto desde que Michael Schumacher llevase a la victoria al F2004, quizá Button aprendiese aquel año como dominar una temporada. O quizá haya sido la mano de Ross Brawn, dominador entonces, dominador ahora.

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