Clásicas de Primavera

Abril es un mes marcado en el calendario de muchos ciclistas y aficionados al deporte de la bicicleta. El motivo es que en este mes se disputan las clásicas de primavera, carreras de un día que comparten algunas características: muchos kilómetros, dureza, y los mejores ciclistas del mundo peleando la victoria. Cada una de esta clásicas no obstante, tiene matices únicos que veremos detenidamente.

Puede que estas clásicas no tengan tanto tirón en el aficionado español como las grandes vueltas por etapas (la poca cobertura televisiva tiene buena parte de culpa) pero en países como Bélgica y Holanda, estas carreras son un todo un acontecimiento y casi religión. Es habitual entre muchos ciclistas, los llamados clasicómanos, planificar buena parte de la temporada para llegar con un pico de forma a estas fechas.

Desde hace unos años el ciclismo español viene cosechando exitos en un terreno dominado tradicionalmente por belgas y holandeses. Y esta primavera vuelve a haber motivos para el optimismo, tras la gran victoria de Óscar Freire en la Milan-San Remo, ahora es el turno de los Valverde, Samuel y compañía.

TOUR DE FLANDES (domingo, 4 de abril)

Esta clásica belga pertenece a la categoría de los monumentos del ciclismo, una serie de carreras reconocidas por su antigüedad e historia.

El recorrido de esta prueba es uno de los más exigentes, con un gran número de kilómetros salpicados de empinados muros, muchos de ellos con tramos adoquinados (también llamados pavés).
La edición de este año se disputará sobre 262 km y serán quince los muros que tendrán que superar los ciclistas, y salvo uno, todos están en los últimos cien km. Entre ellos llaman la atención el siempre temible Koppenberg (con tramos de pendiente del 22% sobre pavés) que suele hacer la primera selección de la carrera, el Muur, con casi un 20% y para rematar, el último muro será el Bosberg, con casi 1 km de longitud y a sólo 12 km de la meta.

Ganadores anteriores: Stjin Devolder (2008 y 2009), Alessandro Ballan (2007), Tom Boonen (2005 y 2006).

PARIS-ROUBAIX (domingo, 11 de abril)
“Hay una enorme diferencia entre Flandes y Paris-Roubaix. En una, los adoquines se usan cada día por los coches, y los mantienen en buen estado. En la otra es completamente distinto... la mejor manera de describirlo es más o menos así: aran un camino en mal estado y luego tiran piedras desde un helicóptero”
(Chris Horner, ciclista)
Esta carrera, que discurre por Francia, se disputó por primera vez en 1896, lo que la convierte en una de las pruebas más antiguas del calendario ciclista.

El sobrenombre de esta leyenda hecha carrera es “el infierno del norte”, lo que da una idea de la dureza a la que se enfrentan los corredores. Los tramos adoquinados son la característica de esta clásica, ya que ninguna otra tiene tantos kilómetros sobre esta dificil superficie. El mal estado de alguno de estos tramos hace realmente dificil pedalear por ellos y las caídas son otro factor a tener en cuenta.

Por si fuera poco, dadas las fechas en las que tiene lugar, es muy probable que la lluvia haga acto de presencia durante la Roubaix, o sino en los días anteriores, convirtiendo los caminos empedrados en auténticos barrizales, y aumentando el misticismo que rodea a esta clásica, y de paso la dureza.

Es especialmente delicado un tramo de más de 2 km de pavés llamado Carrefour del'Arbre, a tan sólo 15 km de la meta, importante no descolgarse aquí y evitar las caídas que suelen producirse por lo estrecho del paso y los nervios.

Esta es por tanto una prueba para corredores de gran resistencia y fuerza física, rodadores potentes que puedan impulsar bien la bicicleta sobre un terreno tan irregular. Cancellara será peligroso y también Tom Boonen, que va a por el triplete. La baza española será Juan Antonio Flecha, un veterano que busca desde hace años alzar los brazos en el velódromo de Roubaix.
-“Es un completo montón de mierda... trabajas como un animal, no tienes tiempo para mear y te lo haces encima... Corres sobre el barro, resbalándote... es un montón de mierda, debes limpiarte un poco o te vuelves loco...”.

- Pero, “¿volverás a correrla otra vez?”

-“¡Claro! ¡Es la carrera más bonita del mundo!”

(Theo de Rooy, tras la Roubaix de 1985)

Ganadores anteriores: Tom Boonen (2008 y 2009), Stuart O'Grady (2007), Fabian Cancellara (2006)

AMSTEL GOLD RACE (domingo, 18 de abril)

La Amstel es la primera de las Clásicas de las Árdenas, tres pruebas de gran prestigio que se disputan en tan sólo una semana (las otras dos son la Flecha Valona y la Lieja).

El recorrido de esta prueba transcurre por tierras holandesas y será el mismo que el año pasado, con 257,8 km y con la durísima rampa del Cauberg (11% de desnivel) esperando en el último kilometro y medio anterior a la meta de Valkenburg.
Antes de llegar aquí, los ciclistas habrán de realizar un recorrido con otros 31 muros que irán seleccionando la carrera, pero en los últimos kilómetros contará tanto la fuerza como la inteligencia para saber el momento adecuado para atacar.

Ganadores anteriores: Serguei Ivanov (2009), Damiano Cunego (2008), Stefan Schumacher (2007), Franck Schleck (2006).


FLECHA VALONA (miércoles, 21 de abril)

La segunda clásica esta semana nos lleva a tierras belgas para disputar la Flecha Valona, una carrera que guarda mucha similitud con la Amstel pero también notables diferencias.
Es algo más corta que las demás clásicas, ya que “tan sólo” hay que hacer 199 km. Sin embargo, el recorrido de esta prueba es más exigente que en la Amstel. Si en la clásica holandesa es común que lleguen grupos numerosos al final, en la Flecha Valona la selección de los mejores suele hacerse antes, y buena culpa de ello la tienen sus numerosos muros, algunos de dureza extrema y longitud superior al kilometro.
El más famoso de estos muros, y a la postre el más decisivo de ellos, es el muro de Huy, con 1300 metros de longitud y una pendiente que supera en algunos tramos el 26 % de desnivel, más que las rampas del temido Angliru.

Por si fuera poco, este muro se sube tres veces a lo largo de la carrera, la última de ellas en la misma línea de meta, por lo que es casi seguro que el corredor al que más fuerzas le queden en esta última rampa se alzará con la victoria final. Suena bien para un corredor explosivo como Valverde ¿no?

Ganadores anteriores: Davide Rebellin (2004, 2007 y 2009), Kim Kirchen (2008), Alejandro Valverde (2006)


LIEJA-BASTOGNE-LIEJA (domingo, 25 de abril)

La más antigua y para muchos la más prestigiosa de las clásicas ciclistas, toda una leyenda, su primera edición tuvo lugar en 1892. Como dijo en una ocasión Alejandro Valverde,“ ganar la Flecha Valona está muy bien, pero la Lieja es pata negra”.

En esta carrera la dificultad viene tanto por la distancia, casi 260 km, por las duras cotas que salpican el recorrido, y por los rivales, porque aquí estarán los mejores clasicómanos del mundo peleando la victoria, y con más ganas aún los que no hayan mojado en Amstel o Flecha.

La novedad este año (y con mucha polémica) es que no se pasará por la famosa cota de la Redoute, donde se han visto grandes ataques en años anteriores, asi que podría quedar mucha tela que cortar aún en la cota de San Nicolás (11%), muy cerquita de la meta. De nuevo el recorrido es favorable para un triunfo español, pero ni mucho menos será fácil.

Ganadores anteriores : Andy Schleck (2009), Alejandro Valverde (2006 y 2008), Danilo Di Luca (2007)

1 comentarios:

Víctor dijo...

En primer lugar, enhorabuena por el artículo Álvaro, de lo mejorcito que he leído en mucho tiempo, además de ser bastante interesante.

Hasta hace un año y medio o así no había seguido muy de cerca las clásicas de primavera, principalmente por la poca cobertura televisiva, como bien apuntas, aunque últimamente por Teledeporte la verdad es que están mejorando dicha cobertura y ya podemos disfrutar de estas grandísimas carreras. La verdad es que son carreras interesantísimas, seguramente debido a que no hay etapas y que todo el mundo quiere estar delante y ganar como sea, lo que propicia multitud de ataques. Además, si a eso le unimos recorridos espectaculares como los que nos has descrito, tenemos como resultado espectáculo asegurado cada semana.

Sin ir más lejos, este fin de semana estuve viendo el Tour de Flandes, y disfruté como un enano viendo la exhibición (y ya van unas cuantas) de Fabián Cancellara, que ganó con una suficiencia increíble después de dar todo un recital.

A ver si le siguen dando buena cobertura por parte de los medios, ya que las clásicas de primavera es de lo mejorcito que se le puede ofrecer a los buenos aficionados al ciclismo.

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