Abel, entre la espada y la pared

Me estreno en el blog con un artículo sobre uno de mis temas preferidos, el Atlético, espero que os guste y que dejéis algún comentario. Un saludo a todos.

No había acabado aún de escribir este artículo cuando el Atlético suma su cuarto partido sin ganar en Liga, y la salida del técnico Abel Resino parece casi segura, salvo un poco probable milagro que frene la caída libre de resultados y confianza del equipo colchonero, un mar de dudas que aumenta con cada partido.

Dijo una vez el gran Jorge Valdano que el fútbol es un estado de ánimo, y el Atleti es el vivo ejemplo de ello, de un equipo frágil, sin confianza en sus posibilidades, como el boxeador que sale al ring sabiéndose perdedor y tan sólo espera el golpe del rival para caer a la lona.

Es costumbre en casi todos los deporte, y más aún en el fútbol, que la cabeza del entrenador sea la primera en caer si los malos resultados se acumulan, como es el caso en el Calderón. La prensa por supuesto no duda en echar leña al fuego y ya se ha hablado de Schuster, Quique o Luis Aragonés (¿?) como posibles recambios, sin fundamento alguno, pero ya se sabe que para estos casos la regla es disparar primero y preguntar después.

Pero más allá del tópico, ¿es realmente una solución a la crisis atlética la salida inmediata de Abel? ¿Es acaso el entrenador de Velada el mayor culpable de los males de este equipo.

Si tengo que dar mi opinión, no creo que se pueda culpar principalmente al técnico toledano si le confeccionan una plantilla tan corta y descompensada (el único que no parece haberse enterado aún es el señor Pitarch), ni se le puede culpar –demasiado- del mal juego si lo que tiene a su disposición son cuatro mediocentros tan incapaces de tocar la pelota con criterio como yo de tocar el violín. Tampoco en la plantilla hay suplentes de garantías que permitan variar el plan de juego ni obligar a demasiados esfuerzos a los titulares por ganarse el puesto.

Siendo justos, varias cosas se le podrían reprochar a Abel, como no haber sabido motivar lo suficiente a los jugadores, el no encontrar sitio en el equipo a Jurado, el único que ahora mismo parece capaz de crear algo de fútbol y por supuesto el no haber encontrado solución al mal juego del equipo más allá de la defensa adelantada que ha aportado más disgustos que alegrías.

Si finalmente se confirma su precipitada salida, Abel habrá pasado por el banquillo del Manzanares sin más pena que gloria, como un simple espectador que siguió el camino marcado y acabó tropezando en la misma piedra que ya tumbó a Javier Aguirre hace pocos meses.

Bien haría el aficionado atlético en dejar de mirar al banquillo y volverse hacia el palco, donde se sientan aquellos que se hicieron con la propiedad del equipo de todos los atléticos de manera ilegítima y que han permitido que agentes e intermediarios de poca monta decidan quién juega en el Calderón y a que precio, y cuya gestión deportiva y económica sea cada día un poco más patética que el anterior, valga como ejemplo el director deportivo García Pitarch, que ya tuvo el infame honor de “cargarse” el gran Valencia de Rafa Benítez y ahora hace gala de su incompetencia día tras día con la complicidad de Cerezo & Gil.

Ahí están sin duda los verdaderos culpables, y ya os aseguro que mientras en el Atlético manden estos indeseables, los títulos y alegrías no se volverán a ver por la ribera del Manzanares, lo único seguro es que después de Abel llegará otro con el que quizás el equipo experimente una ligera mejoría, pero sólo será un espejismo, un esfuerzo breve o un racha y todo volverá a empezar, como si se tratara del día de la marmota, y los errores del pasado -y del presente- se repetirán una y otra vez mientras los atléticos sufrimos, y un poco vale, pero tanto ya cansa, de verdad.

3 comentarios:

Raúl Montero dijo...

Los posibles recambios no me convencen mucho pero bueno, a ver si con sangre nueva se consigue más estabilidad en el equipo.

Víctor dijo...

Estoy bastante de acuerdo en todo lo que has dicho en el artículo, en este caso, aunque el equipo juegue mal, no se trata de un problema de entrenador sino de directiva, que llevan ya muchos años pensando demasiado en sacar su propio beneficio más que de confeccionar un buen equipo con ciertas garantías. A ver si se van los actuales dirigentes y el Atleti vuelve a tomar un rumbo adecuado a su historia.

En cuanto al artículo en sí (estilo, contenido, redacción y demás) he de reconocer que me ha gustado mucho, me ha parecido incluso brillante en muchos aspectos. Así que esperemos que no sea el último, Álvaro (ya me darás los 50€ que acordamos por pelotearte jajaja).

Alvaro dijo...

Creía que habiamos acordado una palmera de chocolate XD

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