BMW deja la F1

El pasado miércoles BMW Sauber anunció su intención de abandonar la Fórmula 1 al final de esta temporada. La empresa alemana pone fin a un paso efímero como constructor de sólo cuatro años como equipo en los que ha tenido un éxito razonable. La despedida de la empresa de Munich no ha causado demasiada sorpresa a pesar de no estar prevista. Las empresas automovilísticas están siendo sometidas a una gran presión debido a la situación financiera y algunas están sobreviviendo en gran medida gracias a las subvenciones públicas a la venta de coches en la mayoría de países.

Parte del éxito en la competición viene del origen de la escudería. BMW nació en 2006 al adquirir el equipo de Peter Sauber. Este no era uno de los coches punteros en la parrilla pero se movía por el centro del pelotón. Adquirir un equipo de F1 ha sido la mejor manera de entrar en la categoría en los últimos años y la que mejores resultados garantiza. El mayor exponente de equipos que han entrado como nueva escudería en estos años ha sido Toyota, que después de invertir miles de millones de euros en la última década aún espera conseguir su primera victoria.

Peter Sauber fundó su escudería en 1993 con el apoyo de Mercedes y motores Ilmor. Durante sus 13 temporadas de competición consiguió un 4º puesto en el campeonato como mejor resultado en 2001. Precisamente en 2001 hacía su debut en el equipo Kimi Raikkonen alrededor de la polémica por su poca experiencia anterior en monoplazas. Aún así, la FIA le garantizó una superlicencia para poder participar en el campeonato desde la primera carrera. En ella (Albert Park) consiguió terminar 6º y arañar su primer punto. Los pilotos más importantes con los que contó Sauber son los campeones del mundo Kimi Raikkonen y Jacques Villeneuve, y los subcampeones Heinz-Harald Frentzen y Felipe Massa.

BMW ha tenido sólo cuatro pilotos en los cuatro años de vida de la escudería. Nick Heidfeld ha corrido en todos los grandes premios de la escudería, 63 hasta el momento, habiendo subido 6 veces al 2º cajón del podio. Además, tiene un excelente record de consistencia al ser su último abandono en el Gran Premio de USA de 2007 en Indianapolis. En la gran mayoría de carreras su compañero de equipo ha sido Robert Kubica. El polaco es un piloto con mucho talento que si encuentra un buen coche podría disputar la victoria en el campeonato de manera habitual. Kubica consiguió la única victoria de la escudería en el Gran Premio de Canadá de 2008 en Montreal. Los otros dos pilotos que participaron con BMW fueron Jacques Villeneuve y Sebastian Vettel.

Antes de tener su propio equipo, BMW suministró motores a Williams durante seis años (2000-2005). La relación entre Williams y BMW fue muy buena en los cuatro primeros años, en los que el equipo luchó consistentemente por los títulos mundiales. Su pareja de pilotos fue una de las más polémicas, singulares y mediáticas de la parrilla: Ralf Schumacher y Juan Pablo Montoya. Sin embargo, estar tan cerca del campeonato y no conseguirlo (fueron segundos en 2002 y 2003) comenzó a deteriorar las relaciones entre ambas partes. Los desencuentros empezaron con las declaraciones de Mario Theissen acerca de la incapacidad de Williams para producir un chasis con el potencial para ser campeón del mundo. Las malas relaciones que derivaron a partir de ese punto desencadenaron la decisión de los de Munich de crear su propio equipo para ganar el campeonato con coche completamente de BMW. A pesar de su fuerte apuesta, no lograron su objetivo. Quizá en Williams tengan ganas de recordarles ahora algunas de sus declaraciones.

La despedida de BMW se une a la de Honda de comienzos de temporada. Ambas parecen dar la razón a la tesis de Max Mosley, que durante años ha pretendido que los equipos independientes sigan vivos para no depender de corporaciones que vienen y van en función de muchos factores y no están comprometidos con el deporte. La Federación está en lo correcto al preocuparse de la salud del deporte a largo plazo, pero las medidas tomadas y algunas de sus estrategias de negociación no son aceptables.

El futuro de la escudería es incierto, puesto que es posible su venta a algún interesado en entrar en la F1 de entre las escuderías que no fueron seleccionadas para el año que viene, como Prodrive. Que algún interesado comprase el equipo sería bueno para la F1, porque se demostraría que esta sigue estando muy viva y no se perderían las magnificas instalaciones de Hinwii, la fábrica matriz de Sauber.

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