GP España: Hasta la última gota

La F1 llegó a Europa este año muy tarde. El GP de España abre la temporada europea desde que se abandonaron las viejas instalaciones de Imola. Sin embargo, las carreras aburridas siguen siendo la tónica del inicio de la temporada europea. Si en el Imola posterior a 1994 era difícil adelantar (recordar los duelos de Alonso y Schumacher), en Barcelona también parece tarea imposible.

Afortunadamente los equipos traen a Barcelona las evoluciones en las que han trabajado durante las carreras anteriores. Es un trazado que los equipos conocen perfectamente y está cerca de las fábricas de Inglaterra e Italia, un lugar perfecto para comprobar si tus evoluciones funcionan. Lo más interesante de la carrera es saber si tu coche tiene un buen ritmo. Lo que pueda hacer aquí reflejará tu rendimiento el resto de la temporada.

Felipe Massa se presentaba en Barcelona con la necesidad de demostrar que seguía siendo el mismo piloto que el año pasado fue campeón durante unos segundos. Sus carreras hasta el momento se contaban por fiascos. Había sufrido todo tipo de desgracias: problemas mecánicos, fallos estratégicos que le dejaban en la Q1, toques con su compañero… Ferrari había trabajado duro en la fábrica y traía todo un nuevo paquete aerodinámico para el F60: un nuevo morro, un nuevo difusor y pequeños cambios en el capó motor.

El viernes iba a ser como un test para Ferrari. Debían entender en pista el comportamiento del nuevo coche y trabajar en el setup de cara a la carrera. Como era esperado, las ruedas duras iban a ser difíciles de digerir. La temperatura de la pista era más baja que en años anteriores y calentar las ruedas hasta su óptimo, muy complicado. Más preocupante era el equilibrio del coche en las curvas rápidas, Felipe era incapaz de ser competitivo por las curvas 3 (Renault) y 9 (la entrada a la recta de atrás).

El sábado por la mañana parecía que Ferrari volvía a estar en el negocio. Felipe lideraba la tabla de tiempos por delante de Kimi y dejaba a los Brawn a medio segundo. Los problemas de equilibrio en las curvas rápidas se habían solucionado con un nuevo setup. Pintaba mucho mejor que las carreras anteriores. Sin embargo, en calificación, los fallos estratégicos volvían a aparecer. Kimi era 8º antes de los últimos 4 minutos de la Q1 y en el muro decidieron que su tiempo era suficiente para pasar de ronda. Esta decisión le dejaría más juegos de neumáticos nuevos para la Q3. Pero al bajar la bandera a cuadros, Jarno mejoró su tiempo lo justo para dejar a Kimi 16º y fuera de la pelea del domingo.

Así que Felipe lo tenía todo de cara para hacer un buen papel y volver a ser la referencia de Ferrari. Kimi estaba eliminado, su coche volvía a ser rápido y tenía a Michael en el muro apoyándole. Cargó mucha gasolina en la Q3, más que cualquier coche competitivo, y se colocó 4º. Cuando salieron las cargas de carburante Massa se convirtió en favorito al podio. Tenía hasta 9 kilos más que Jenson y el tiempo corregido en peso era sólo 0.128 sec más lento que el del Brawn.

El domingo debía exprimir el KERS de su Ferrari en la salida. Montmeló tiene una de las salidas más largas hasta la primera curva y estimaba que el KERS le podía dar 20 metros de ventaja hasta la primera curva, hasta justo detrás de Jenson. Sin embargo sólo fue capaz de pasar a Vettel. La persecución de los Brawn iba a ser imposible, 1 décima perdida aquí, 2 décimas allá. El objetivo era bloquear a Vettel para alcanzar el podio y el Red Bull era mucho más rápido por el primer sector. Además, el coche del alemán era muy rápido por la curva 3, donde Felipe tenía problemas el viernes. Pero a pesar de que el Ferrari no parecía tan rápido en las tandas largas la estrategia funcionó hasta el segundo repostaje. Vettel entró a la vez en boxes, el brasileño tuvo un buen cambio de ruedas y se reincorporó cómodamente por delante del Red Bull.

Ahí empezó el calvario, las ruedas no cogían temperatura y Felipe no podía bajarse del 1:25, un déficit de 2 segundos con los coches que no habían parado. Vettel estaba encima esperando el error cuando llegó la mala noticia, un fallo en la manguera le había dejado con unos litros menos. Debía ahorrar para llegar a la meta, era mejor que una parada que le dejaría prácticamente fuera de los puntos, así que cambiaron el mapa motor. Podía mantener a raya a Seb ahorrando por la parte interior del circuito y utilizando el KERS. Aceleración suave, un poco de KERS, dejar ir el coche antes de frenar. No era suficiente. A falta de 4 vueltas recibió la orden de dejar pasar a Seb. Fernando también pasó por encima de él en la última vuelta y pudo salvar la 6ª plaza con sólo 1.5 sec de margen.

Massa ni siquiera pudo volver a boxes, su Ferrari se quedó en el exterior de la curva Renault y se volvió a quedar lejos del podio una carrera más. Pensar en el campeonato ya no es realista para él, ni para Kimi, Lewis o Fernando.

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