El opio del pueblo

El Barça jugará su sexta final de la Copa de Europa gracias a un gran gol de Don Andrés Iniesta en el minuto 93 de partido. Pronostiqué un partido complicado y así fue. El Chelsea no le dio tantas vueltas a la cabeza como venían diciendo los medios para plantearse cómo frenar al Barça, porque utilizó el mismo esquema que usó en el Camp Nou una semana antes. Se desprendió del balón poniéndolo en órbita durante todo el encuentro, se defendió con uñas y dientes en su propio campo acuartelándose para tratar de sorprender en alguna contra, jugó con dureza todo el encuentro, fue al choque (justo lo que trataba de evitar Pep), y desplegó un fútbol rácano pero sumamente efectivo.

El gol de Essien fue un gol antológico, de vídeo comercial, de esos que te gusta tener en casa y visualizar de vez en cuando si conjugas con los colores del equipo, el gol que seguro mostrará orgulloso el agente de Essien cuando quiera colocarlo en otro club, el gol que metía al Chelsea en la final. Hiddink confiaba tanto en su estrategia que ni con el tempranero gol a los 15 minutos cambió nada. Su firmeza era tal que hay que reconocerle lo digno rival que ha sido. Durante todo el partido creí que estaba más cerca el segundo del Chelsea que el primero del Barça.

El Chelsea, no tuvo el control, no tuvo el balón, pero tuvo ocasiones. Pudo conseguir más goles pero falló, y estamos en la semifinal de la Champions, no puedes perdonar. Ya en el partido de ida, que no jugaron a nada, que fueron a Barcelona a intentar no encajar cuatro, tuvieron dos ocasiones que casi lo cambian todo, pero fallaron. Hay veces en el fútbol en las que sólo tienes una, y si la marcas, puedes ganar con lo mínimo. El Barça se esforzó pero no fue capaz de hacer nada de nada. Dos partidos donde la concentración de los hombres del Chelsea fue total, anularon al Barça y eso merece una clasificación, pero claro, el que aporta calidad, técnica, jogo bonito, espectáculo, el que arriesga, el que tiene el balón, ese merece más, y en este caso, se ha producido eso que llamamos "la suerte de los campeones".

El año pasado el Barça terminó un ciclo con aquel gol de Scholes al que me referí la semana pasada. Pues bien, en aquel partido el Manchester anuló al Barça, no me pareció mejor. Son duelos muy igualados, donde todo se decide por un mal pase de Zambrota que le cae al inglés pelirrojo, que la clava, y eso te hunde una temporada. Nueve meses al carajo. Eso le pasa a los equipos grandes que quieren ganarlo todo a toda costa. Echaron a Robson del Barça y esa temporara ganó la copa, la recopa, y la supercopa de españa, pero como quedó de segundo en la liga con ronaldo, figo, giovanni y compañía, se lo cargaron. El Chelsea lo hizo bien pero el Barça no dejó de creérselo y tuvo su recompensa.

El fútbol es hoy por hoy el opio del pueblo. Esta semana todos los que se sienten del Barça esbozan una sonrisa de oreja a oreja. ¡Qué tendrá este deporte que emociona hasta tal punto! Una pasión contenida que s convirtió en locura desenfrenada la que sintió todo culé el miércoles. Mientras drogba escupía bravuconadas a la cámara nosotros le respondíamos al otro lado de la pantalla con cánticos y algarabía. ¡Que no pare la fiesta!

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