Sin Márquez ni Puyol

Esta semana es la semana decisiva -según muchos rotativos- para el Barça. Lo cierto es que queda un mes de infarto y esta semana estamos ante dos enfrentamientos cruciales. Del primero de los dos partidos que se van a jugar contra el Chelsea, el Barça ha salido airoso. Incomprensible la noticia de portada del Diario Marca malinformando sobre que después del duelo europeo de anoche el equipo blaugrana llega "tocado" ¿Cómo pueden escribir tamaña estupidez en una portada de la publicación más leída en todo el estado? ¿Cómo hay quien sigue leyendo esa cuna de despropósitos y chorradas? En fin, el Barça no llega ni mucho menos tocado, eso es algo que ni los propios jugadores del Madrid se atreverían a decir, es más, si se les pregunta (como a Casillas) afirman sin rubor que cambiarían su situación por la de los blaugranas. El Barça lo único que perdió anoche fue a Márquez, y a tenor de lo leído y escuchado hoy en can Barça, ganó en rabia, porque la ausencia de goles y la excesiva displicencia del árbitro del encuentro en favor de los ingleses, han motivado que los de Pep, estén con más ganas y con todos los sentidos puestos en el clásico.

Márquez, que gracias al ánimo e impulso que Guardiola depositó en él al principio de temporada, cediéndole la responsabilidad de la zaga, y dándole la titularidad de forma incontestable, ha venido desarrollando una temporada impecable, se perderá lo que resta de temporada. Está tocado, eso ha reconocido hoy mismo. Es duro perderse justo lo mejor. Una lástima. Es una pérdida importante de cara a lo que queda de campeonato. Para mayor problema, Puyol se perderá el partido de vuelta de la Champions porque vió una amarilla en el poco tiempo que estuvo sobre el campo y tendrá que cumplir sanción por acumulación de cartulinas.

Entonces muchos aficionados se llevan las manos a la cabeza y maldicen la suerte del culé, teniendo en el recuerdo que Milito, otro de los centrales, de una calidad inmensa y al que se echa de menos siempre, cumple precisamente ahora un año de ausencia, que para un futbolista es una auténtica catrástrofe. Pues con este panorama al Barça se le presenta un partido de vuelta en Londres, en el que Piqué y Alves serán seguros, y sólo quedan dos opciones coherentes; o bien Cáceres en el centro de la zaga (que por lo demostrado hasta ahora no debería ser la opción elegida, además de que es rápido pero inseguro y sin cuerpo para enfrentarse a las moles corpulentas del Chelsea), o colocar a Abidal en el centro de la defensa y poner a Silvinho en la banda, opción por la que yo me decantaría, dada la experiencia de este último y sus innumerables incorporaciones al ataque.

Por lo tanto, que nadie se asuste. El Barça tiene equipo para suplirlos, aunque obviamente su calidad no se discute, y es un inconveniente, ¡¡¡Hay madera!!!

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