La vida sigue igual

La jornada del sábado tenía todos los partidos grandes y fue en líneas generales interesante, aunque lo que vimos se podría decir que fue más de lo mismo de lo que llevamos viendo en este arranque liguero.

El Madrid y el Barcelona siguen su pulso particular y ya llevan 5 partidos seguidos ganando. Da la sensación de que ninguno de los dos quiere ceder ni un metro al rival, y es que los que somos ciclistas sabemos que hasta la distancia más pequeña cuesta un mundo recuperarla.

El Real Madrid sigue ganando con muchos goles y muy poco juego, y parece que seguimos sin noticias de Pellegrini, salvo por las rotaciones. ¿Alguien más tiene la sensación de que si el técnico chileno se toma el día libre nadie se daría cuenta? Por cierto, bien haría Pellegrini en tomarse en serio los desplantes de algunos jugadores antes de que se le suban a las barbas, que ya sabemos que todos quieren jugar, pero eso no es excusa, ni siquiera para alguien que valga 95 millones.

El Barça por su parte no estuvo tan brillante como otras veces, pero ganó con comodidad y sobre todo da la sensación de que controla el partido en todo momento y los jugadores no se ponen nerviosos en ningún momento. De todas formas ayer quedó claro que la plantilla es corta, y cuando falten alguno de los de arriba, sobre todo Messi o Ibrahimovic, pueden pasar algún apuro.

El Sevilla apabulló a Athletic y es el único equipo que se acerca al nivel de los dos grandes, la única posible alternativa, y veremos cuanto aguanta. Yo apuesto por una gran temporada para los de Nervión, sobre todo porque tienen una plantilla potentísima y el grupo de Champions más flojo de los últimos 5 años, así que hasta febrero pueden tomárselo con calma.

En el partido estrella de la jornada se enfrentaban dos equipos en parecida situación: grandes plantillas, mala racha de juego y resultados, y ambiente de crispación constante. Valencia y Atlético firmaron tablas en Mestalla en un partido muy emocionante, más por la intensidad que por el buen juego, y que resultó ser una gran película con mal final. Si se juntan dos grandes ataques a dos horribles defensas lo lógico es que lluevan ocasiones, y así fue. Pudo pasar cualquier cosa, pero el empate parece que sabe mejor a los atléticos por haberse conseguido con mucho esfuerzo y en el tiempo de descuento, cuando la soga ya apretaba en el cuello de Abel.

La consecuencia del partido es que Unai Emery está hoy un poco más cuestionado que ayer, mientras que Abel Resino gana tiempo y aplaza su juicio hasta el partido de Oporto. Desde luego si el Atleti sale con las ganas de ayer y afina la puntería, Abel puede estar tranquilo. El veredicto en sólo tres días.

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