En punto muerto

Anoche el Barça sabía de la importancia del partido que tenía, y desde el primer momento se mostró ansioso. No todas las eliminatorias se van a encarrilar en el primer partido, ni todos los partidos en veinte minutos. Estamos hablando de las semifinales de la Champions y todos conocemos la dificultad que entraña superarlas y platarse en la gran final. Hasta ahora, y desde agosto el Barça se había encontrado un camino muy llano. Fue venciendo a todos sus rivales con solvencia, y se posicionó como firme candidato a medida que trascurría el curso futbolístico. Ya el año pasado, año sin titulos y final de un ciclo, se había plantado en semifinales donde cayó frente al actual campeón, el Manchester United, con un gran gol del mítico Paul Scholes. Ahí se acabaron las esperanzas de que Riikjard y los suyos pudiesen seguir siendo los que habían sido, fue la gota que colmó el vaso.

La exigente afición culé dilapida ídolos con suma frecuencia y suma facilidad. Se quieren igualar las gestas de 40 años del madrid, en unas pocas temporadas, y eso no es nada fácil. Este año se habla de triplete como hace dos años se hablaba de los siete títulos, que finalmente quedaron en nada, lo que era tan complicado como ganarlos todos. Después de ver el partido de anoche, confío en que este Barça puede llevarse el gato al agua, pero tendrá que poner todos los sentidos, y tener mucha suerte, que también cuenta.

El Chelsea no jugó anoche a nada más que el resultado. Un gol en el Camp Nou le habría valido doble -ya me entienden- y no lo hizo. Apenas inquietó, pero tiene arriba a Drogba capaz de eso y de mucho más. El equipo estuvo muy serio en todo momento, curró los 90 minutos sin olvidarse de la posición, del marcaje, del pata pum cuando era necesario y de tener claro que no le podían hacer tres o cuatro goles. Buen partido del Chelsea e indudable la dirección firme de Hiddink.

El Barça curró, lo intentó todo el partido, al principio con ansiedad y más descuidos de los habituales, luego con algún destello de talento, en la segunda parte, con un control absoluto de los tiempos, buscando diversas formas, pero sin peligro. Las pocas que tuvo no las materializó y acabó todo en tablas. Yo siempre he considerado que un empate a cero es combate nulo en estas eliminatorias, no deja nada claro, no da pistas. No creo que sea un buen resultado para el Chelsea, porque está obligado a ganar, el empate le dejaría fuera, así que tendrá que salir a por todas, pero con cuidado porque un gol del Barça le obligaría a marcar dos, lo que es un puñal.

Hasta creo que le viene bien este resultado al Barça; le obliga a mantener la tensión, a salir a marcar, a jugársela en un campo hostil, a no dar pistas al Madrid de cara al clásico, ni deprimido ni exaltado, y de tapado, sabiendo que media España cree que va a perder, pero teniendo en cuenta que si gana se lleva la Liga.

1 comentarios:

Raúl Montero dijo...

El Chelsea jugo a romper el juego del Barcelona y se agarró con fuerza a algún contra golpe para llevarse un punto del Camp Nou. El Barcelona mereció ganar el encuentro.

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