Los jugadores de la Liga BBVA listos para la Champions for Africa
EL ¿POSITIVO? DE ALBERTO CONTADOR
Hace ya unos días que saltó la noticia que nos sorprendió a todos: Alberto Contador había dado positivo en un control antidopaje en el pasado Tour de Francia y la UCI le había suspendido temporalmente hasta que todo se aclarara. Mucho se ha hablado desde entonces; por supuesto el propio ciclista defiende su inocencia, la UCI (Unión Ciclista Internacional) y la AMA (Agencia Mundial Antidopaje) prefieren esperar a que todo se investigue para tomar las decisiones oportunas, y diversos ciclistas han opinado al respecto, unos a favor y otros en contra del madrileño.
En lo que sin duda todos están de acuerdo es que este caso concreto es diferente a todos los positivos que se han producido con anterioridad, y no está claro (a menos que se demuestre lo contrario) que se pueda hablar de dopaje en el sentido de un deportista que toma una sustancia conscientemente para aumentar su rendimiento en competición.
Poniendo los datos encima de la mesa, Contador dio positivo por 5 picogramos por cada mililitro de orina de clembuterol, que es una sustancia que se emplea para combatir enfermedades respiratorias como por ejemplo el asma, pero que puede ser utilizado como producto dopante porque también sirve para aumentar la masa muscular. Sin embargo, se prohibió su uso en humanos debido a los efectos que podía ocasionar a largo plazo, sobre todo de tipo cardíaco, por lo que únicamente se emplea para tratar enfermedades de ciertos animales como caballos o ganado porcino o vacuno o para aumentar la masa muscular de estos últimos, aunque de manera muy vigilada para evitar que un animal tratado con susodicha sustancia llegue a ser destinado al consumo humano. No obstante, si una persona consumiera carne de un animal que hubiera consumido clembuterol, podría llegar a presentar trazas de dicho medicamento en su orina. Precisamente en este hecho es lo que se fundamenta la defensa del ciclista pinteño, que alega que consumió un solomillo de vaca tanto la noche anterior al día que se le practicó el control en el que apareció el positivo, como el propio día de descanso; solomillo que, según él, debía estar infectado de clembuterol y de ahí su positivo. Además, la cantidad encontrada es extraordinariamente pequeña, unas 400 veces menor que la que se puede detectar en cualquier laboratorio del mundo salvo en cinco. Precisamente en uno de ellos, situado en Colonia (Alemania), fue donde se envió la muestra de orina de Contador.
Hay ciertas sustancias que tienen que detectarse con una tasa mínima para ser consideradas como resultado positivo en un control antidopaje, ya que pueden ser generadas endógenamente por el organismo (por ejemplo la testosterona). Aun así, si un determinado deportista enseña análisis médicos en los que se vea que su organismo genera una cantidad más elevada de la sustancia que sea, evidentemente no se le considera dopaje siempre que esté dentro de los parámetros de su propio cuerpo. Sin embargo hay otras sustancias (entre las que se encuentra el clembuterol) que no las genera el organismo, por lo que se considera como positivo el mero hecho de encontrar dicha sustancia en el análisis. Ahora, si bien es cierto y evidente que Contador ha dado positivo por clembuterol, ¿puede hablarse de dopaje? Ésa es exactamente la misma pregunta que se están haciendo en el seno de la UCI y que se está investigando. La singularidad y excepcionalidad de este caso se pone de manifiesto cuando ha tardado más de un mes en conocerse la noticia del positivo (y además debido a una filtración a la prensa alemana), mientras que en el resto de los casos de dopaje se hace oficial por el máximo organismo ciclista a los pocos días de detectarse. De hecho, la intención de la UCI era mantener todo este asunto en secreto hasta tener unos resultados definitivos de las investigaciones que se están llevando a cabo, hasta que la filtración de los datos obligó a todas las partes a ofrecer su versión de los hechos públicamente.
Desde luego, la mejor defensa que puede tener el ciclista madrileño son todos los controles que pasó durante el Tour de Francia antes y después del día que se detectó el clembuterol (todos los días pasan control antidopaje el ganador de la etapa, el líder de la carrera y unos cuantos corredores al azar) y su propio pasaporte biológico durante todo el año. Según los datos que hemos podido conocer, los días anteriores a dicho control no aparecía ningún resto, el propio día aparecían los 5 picogramos, al día siguiente aparecían tan solo 2 picogramos (menos de la mitad) y un día después ya no aparecía ningún resto nuevamente, lo que indica que fue una ingesta muy localizada, justamente el día de descanso, por lo que no tendría ningún sentido consumir conscientemente una cantidad insignificante de cara al rendimiento de una sustancia justo el día que no hay competición. Además, el clembuterol favorece a realizar un esfuerzo en un espacio corto de tiempo, pero desde luego no en una etapa de cinco horas. Por ejemplo, favorecería a un atleta que se la administrara antes de una carrera de 1500 metros, o a un ciclista si se la administrase un rato antes de comenzar a escalar un puerto, lo que a priori parece completamente inviable.
Las que tienen que decidir sobre qué pasa finalmente con la situación del triple ganador del Tour de Francia son la UCI y la AMA. El principal problema que se plantea entre estas dos organizaciones es la enorme lucha de egos que mantienen entre ellas desde hace años, utilizando todo el enorme problema del dopaje como punta de lanza para demostrar quién tiene mayor poder. En principio parece que la postura de la UCI, que después de más de un mes de investigaciones ya deben tener unos resultados más o menos concretos, sería la de imponer una sanción de tres meses a cumplir desde noviembre, lo cual no afectaría al corredor desde el punto de vista de la competición, cumpliendo así la norma que dice que hay que imponer una sanción si se produce un positivo, pero sería la menor posible, dándose a entender que no se ha consumido la sustancia conscientemente y que no se ha obtenido en ningún caso una mejora del rendimiento. Por otro lado, la AMA, en su lucha de egos con la UCI, no quedaría contenta con esa postura y pretende que el castigo sea el mayor posible (dos años de sanción sin competir).
Otra cosa sería si se demostrara que ha existido transfusión sanguínea (práctica completamente prohibida) o que había bastante más clembuterol del que parecía inicialmente, o que apareciera cualquier otro resultado adverso en el resto de controles efectuados durante la ronda gala. Si fuera así, por supuesto el castigo sería el mayor posible. Lo que parece es que no vamos a tener que esperar muchos más días para conocer el final del caso; en unos siete días más o menos la UCI tiene previsto publicar los resultados de la investigación y la decisión final que adopten.
Personalmente, confío en que al final este caso quede en nada, y simplemente se trate de un caso de intoxicación alimentaria como asegura el propio Alberto Contador. Si no fuera así y se demuestra que ha sido un caso de dopaje, el mundo del ciclismo recibiría probablemente uno de los mayores golpes de su historia, por lo importante y querida que es la figura del ciclista de Pinto como deportista y persona. De hecho, la mayoría del pelotón internacional (Bruynnel, Pereiro, David Millar, Andy Shleck, David de la Fuente, Fabian Cancellara, etc) han hecho declaraciones a favor de Contador afirmando que es uno de los mejores deportistas y personas con las que han coincidido, lo cual dice mucho a su favor. He leído multitud de entrevistas, artículos y reportajes en la última semana para estar enterado de este caso, y las únicas palabras discordantes en este sentido las he visto de Silvain Chavanel, que decía que no le sorprendía el posible dopaje de Alberto. En cualquier caso, el mundo del ciclismo en general está del lado del pinteño y, a no ser que se demuestre claramente que se dopó, lo seguirá estando.
En cualquier caso, esperaremos una pronunciación oficial de la UCI con todos los datos que han manejado en este tiempo para hacer una valoración final de este asunto, que esperemos que acabe con final feliz.
EEUU, campeón del mundo
EEUU vuelve a ser el campeón del mundo de baloncesto dieciséis años después de conseguir su último cetro mundial. Seguramente éste sería el mayor titular que nos deja la competición que ha centrado la atención del mundo del baloncesto durante las dos últimas semanas, pero la verdad es que ha habido mucha intensidad durante todo el campeonato, donde hemos visto sorpresas, decepciones y, sobre todo, mucho baloncesto de calidad.
En lo relativo a la selección española, lo cierto es que no han estado al nivel que se les suponía. Jugaron una primera fase bastante decepcionante, en la que perdieron contra Francia (equipo claramente inferior), y Lituania (desperdiciando una ventaja de 18 puntos en el tercer cuarto), y ganaron el resto de partidos contra Nueva Zelanda, Canadá y Líbano sin demasiado brillo y apretando solo al final, lo cual revelaba una clarísima falta de concentración y quizás hasta de motivación en estos primeros partidos casi de transición.
Sin embargo, gracias a la sorpresa que dio Nueva Zelanda ante Francia, España se clasificó como segunda de grupo, lo cual hacía que no coincidiéramos con Estados Unidos en los cruces hasta una hipotética final. En octavos de final, nos enfrentamos a Grecia, ante la cual España ya se puso las pilas y se acercó más al nivel que había mostrado otros años, con buen acierto en el tiro exterior y buenas salidas al contragolpe. Desde luego no fue una victoria sencilla, ya que los helenos siempre venden muy caras sus derrotas, pero España aun teniendo un par de pequeñas pájaras en el segundo y tercer cuarto supo imponer su ritmo y llevarse el partido. Aquello supuso una inyección de moral y de recuperación de la confianza perdida en la fase anterior de cara al siguiente partido de cuartos de final contra Serbia.
Sin embargo, nos encontramos contra un equipo serbio que, a pesar de su juventud (su jugador más veterano cuenta con 27 años), ha madurado mucho desde la final del Europeo del año pasado, y plantearon un partido muy intenso en defensa, manteniendo durante los cuarenta minutos el ritmo que siempre les convenía, a lo que si sumamos un acierto enorme desde la línea de tres puntos les convierten en un equipo muy difícil de alcanzar. No obstante, España se mantuvo siempre cerca en el marcador, prácticamente no hubo distancias de más de cinco o seis puntos (aunque también es cierto que estuvimos siempre por detrás). Desde luego se echó de menos la mejor versión de hombres como Gasol o Ricky Rubio, que estuvieron perdidos durante todo el campeonato, aunque la colaboración de Garbajosa desde el triple y Fran Vázquez y Felipe Reyes en los tableros y la lucha incansable de Rudy Fernández nos hizo llegar empatados a falta de una última posesión en manos del equipo balcánico. Scariolo optó por defender sin cometer falta personal, y el jugador del Olympiakos Milos Teodosic acertó con un triple desde ocho metros a falta de tres segundos para acabar el partido, mandándonos a casa sin llegar a la lucha por las medallas.
En mi opinión, la razón por la que España haya estado por debajo de sus posibilidades seguramente sea la relajación que hayan supuesto los éxitos de los últimos años, y simplemente a partir del Europeo de Lituania del año que viene, haya que volver a los orígenes y ser el equipo que quiere ganar hasta a las chapas desde el primer minuto de juego del campeonato. Este espíritu solo lo he visto este año en Rudy Fernández, y por el contrario he observado que hombres importantes como Marc Gasol o Juan Carlos Navarro estaban más confiados y no ponían la intensidad que deberían, aparte de Ricky Rubio, al que en esta ocasión parece que le hayan venido grandes los galones de tener que sustituir a Calderón y no ha estado a buen nivel, ni mucho menos. Si además Mumbrú y Raúl López han estado muy discretos, Felipe Reyes, Garbajosa y Fran Vázquez intermitentes, y San Emeterio y Claver apenas han disputado minutos parece difícil conseguir buenos resultados. Y con todo ello, hemos llegado a cuartos de final y hemos perdido por un triple lejano bien defendido, por lo que tampoco hay que alarmarse porque no creo que sea el final de un ciclo; no hay que perder la confianza en este equipo y solamente esperar que la próxima ocasión estén todos los jugadores bien mentalizados y con ganas de comerse el mundo como en los anteriores campeonatos.
En el resto de selecciones que han participado en el campeonato, yo destacaría a la finalista Turquía, que lo cierto es que han jugado un campeonato completísimo, en el que con su público volcado con ellos han sabido responder y han firmado victorias de mucha calidad y en la que ha destacado la figura de su base Kerem Tunceri. Nuestro verdugo en cuartos, Serbia, también ha estado bien, y solo su falta de concentración al defender penosamente mal la última jugada de las semifinales ante los turcos les privó de jugar la final. Se trata de un equipo muy joven pero con mucho talento que empezó a despuntar el Europeo pasado y que creo que van a dar mucha guerra en los próximos campeonatos, ya que tienen un recorrido fantástico. También cabe destacar al veterano equipo de Argentina (finalmente quintos al ganar el partido por la quinta plaza a España), en que ha sobresalido la figura de Luis Scola y que ganaron el que para mí ha sido el mejor partido del Mundial, el Argentina-Brasil de octavos de final; y también a Lituania, que ha sido probablemente la gran sorpresa, ya que venían con un equipo muy poco experimentado y con la ausencia de varias de sus estrellas (salvo Kleiza) y que ha terminado alzándose con la medalla de bronce. Por último, no nos podemos olvidar del equipo campeón, Estados Unidos. Lo cierto es que no han tenido problemas para ganar ningún partido, aunque hubiera sido otra historia si no llega a ser por el joven Kevin Durant, MVP del campeonato con todo merecimiento, y que ha llevado a su equipo en volandas hacia el trofeo.
Como balance final, lo cierto es que a pesar de ser un Mundial a priori descafeinado por la ausencia de las grandes estrellas (Nowitzki, Ginobili, Gasol, Tony Parker, etc.), hemos presenciado grandes partidos y se ha sido un bonito espectáculo, como siempre. I love this game!
La Vuelta del maillot Rojo
Una edición que trata de buscar novedades, para conseguir mantenerse como una de las tres grandes del ciclismo mundial. Novedades son algunas etapas: ascenso hasta La bola del Mundo. Novedad es la etapa prólogo nocturna por las calles de Sevilla. Y novedad es el maillot rojo para el líder (bueno, ya se usó en 1945).
Este es el recorrido de la contrarreloj por equipos nocturna por las calles de Sevilla.
Más información en la página web de Lavuelta.com